Los votos en blanco se contabilizan y hasta pueden ganar, aunque la partitocracia no otorga representación a esos votos, como debiera, si los políticos realmente gestionaran una democracia auténtica.

Los técnicos y expertos simplifican la cuestión afirmando que los que se abstienen rechazan el sistema y le dan la espalda a la democracia, mientras que los que votan en blanco aceptan la democracia y consideran el sufragio universal como un logro de la civilización, pero rechazan de manera activa los programas electorales, o los partidos políticos, o los candidatos, o la corrupción o el abuso de poder o todo eso al mismo tiempo. Ambas son posturas críticas, pero una rechaza el sistema, en su totalidad, y otra acepta el sistema, pero critica a sus gestores, a sus propuestas y a la democracia en su actual versión degradada y degenerada.

Votar en blanco es rechazar a los políticos y a sus programas y comportamientos, mientras que abstenerse se entiende siempre como un rechazo al sistema.

DIFERENCIA VOTO EN BLANCO O NULO:

¿VOTO EN BLANCO O NULO?

Estos votos en blanco podrían ser todavía más si en las mesas electorales se tuviera clara la diferencia entre el voto blanco y nulo. El voto es nulo cuando en el sobre que se introduce en la urna se mete una papeleta con alguna anotación, mientras que el voto es en blanco cuando en el sobre no se mete nada; es decir, cuando en la urna se introduce un sobre vacío. En el caso de las elecciones al Senado es diferente: para que el voto sea en blanco hay que introducir la papeleta en el sobre, pero sin marcar ninguna casilla.

EXPLICACIÓN DE LA ABSTENCIÓN ACTIVA:

El VOTO EN BLANCO es una abstención activa voluntaria y, por lo demás, legítima. Es un voto que se emite desde una concepción de cumplimiento de un deber ciudadano, y hasta puede llegar a tener un componente de apoyo o identificación con el régimen político (o, incluso, con la democracia). Pero, al mismo tiempo, también es un voto que se emite desde la no preferencia (y hasta desde el rechazo) por las opciones electorales concurrentes. Forma parte, además, del voto válido o válidamente emitido de conformidad con el ordenamiento (que algunos análisis electorales confunden con el sufragio válidamente expresado a favor de alguna de las opciones electorales), y, por consiguiente, tiene que ser incluido cuando se calculan porcentajes sobre el voto válido, por ejemplo, en el caso de barreras electorales de exclusión que consistan en uno de dichos porcentajes.

El VOTO NULO es un voto no válido o no válidamente emitido de conformidad con el ordenamiento. Es un voto irregular, que supone una discrepancia formal con las reglas establecidas en la normativa electoral, pero también una discrepancia material, en el sentido de que, o bien no permite averiguar inequívocamente cual sea la voluntad que el elector pretende expresar, o bien suscita dudas razonables acerca de cual sea esa voluntad. No forma parte del sufragio válidamente expresado a favor de alguna de las opciones electorales ni tampoco del voto válido, pero sí del sufragio emitido en cada proceso electoral. Y, a su vez, puede ser de dos clases, a saber: voto nulo involuntario, producido por error o inadvertencia del elector (que, en este sentido, se equipararía a la abstención pasiva técnica) y voto nulo voluntario. Este último tendría interés en cuanto participaría, al menos en parte, de la concepción propia del voto en blanco de cumplimiento de un deber ciudadano, pero incorporaría un elemento de protesta frente al régimen político, frente a alguna de las opciones electorales concurrentes o, incluso, frente a algún candidato determinado. Eventualmente, podría incorporar también algún elemento de falta de respeto por el proceso electoral en cuanto tal o por alguno de sus componentes.

RESUMEN:

El voto en blanco cuenta y el voto nulo no. El voto en blanco no va para la mayoria. El voto nulo no se tiene en cuenta ni siquiera para las estadisticas. El voto en blanco es la aceptación del sistema democratico. El voto nulo es la negación del sistema, siendo de dos tipos: voluntario por ejemplo para los anarkistas y antisistema o involuntario si por error metes dos papeletas de distinto partido o la papeleta que incluyes esta pintada o rota, o bien incluyes papeles no utilizados legalmente ( papeles que pongan algo que no sean considerados papeletas de voto ).

EL EJEMPLO:

En la votación del Estatuto de Cataluña el voto del Si fué del 35%, pero la abstención (no votar mas los votos nulos) fué del 53%.
Si esas abstenciones (no votar mas votos nulos) hubieran votado en blanco, el Estatuto no se habría aprobado porque en la votación habria ganado el voto en blanco y por lo tanto, se hubiera que tenido o bien que repetir las elecciones o bien no llevarlo adelante y plantear otro estatuto nuevo.

CONSEJO PERSONAL:

Por mi parte pienso que si todos votan, a un partido o en blanco, es mejor para que los politicos se impliquen mas y no hagan lo que les de la gana, ya que se darían cuenta de que a la gente si que le interesa la politica y lo que hacen los politicos y por lo tanto les interesaria hacerlo bien, por el bien de la gente en función de que los votos en blanco se puedan convertir en votos a su partido en las proximas elecciones.

Crisis democrática

9:34 martes, 21 de septiembre de 2010

Con la vista puesta en las Elecciones Catalanas del próximo 28 Noviembre, los partidos han empezado a engrasar la maquinaria propagandística y a establecer los programas de sus candidaturas. Bien es sabida la aparente diferencia existente entre los partidos políticos, por lo tanto no será de extrañar el repetido alejamiento de la ciudadanía con respecto a su clase política.

Una vez más, las espadas parecen alzarse a favor de los mismos vientos: nacionalismo periférico y central, la derrota de ETA, la economía…Sin obviar la importancia de estos temas, es preciso mencionar una dolencia que viene incubándose en la sociedad actual: el desapego de las personas a participar en el funcionamiento socio-político. Este potencial problema parece no tratarse con el debido respeto por parte de nuestros dirigentes.

Por un lado tenemos una masa social distraída por estímulos mediáticos cuyo único objetivo es salvaguardar a su círculo cercano. El desinterés por las cosas que no les afecten directamente a ellos está asegurado. Por el otro hay una minoría, cada vez más creciente, que toma conciencia de cómo funciona verdaderamente el sistema Democrático. Cuanto más se sabe de ese funcionamiento, menos creencia en el sistema existe.

A su vez, la desunión de las nuevas generaciones con capacidad de votar con respecto a las reivindicaciones de carácter colectivo, implican una pérdida de influencia en la opinión pública. Por lo tanto, este colectivo ha perdido la capacidad de equilibrar la balanza de poderes en el teórico buen funcionamiento de un estado.

Esto nos lleva a replantearnos si las cuestiones casi Dogmaticas que se tratan en las elecciones son las que importan a las personas o las que importan a los políticos. De si el conformismo de todos los implicados arrastra consigo la decadencia de la Democracia. De si sabremos ir más allá de nuestros intereses más inmediatos…